La creencia en las apariciones divinas está muy arraigada en muchos países de mayoría católica ya sea en los sectores socioeconómicos bajos o altos pero ambos de y acendrada fe religiosa. Para los de mentalidad escéptica, científica y/o naturalista, quienes no creen en lo sobrenatural, como no hay dios(es) no hay apariciones, las tales podrían ser en primer lugar, alucinaciones, fantasías e incluso algún trastorno mental o simple fraude: Los «milagros» no existirían, serían simples interpretaciones erradas de sucesos normales y comunes, o en todo caso, exagerados o tergiversados que tendrían explicaciones racionales si no ahora en el futuro a falta de mayores datos, pruebas o conocimientos pero que una vez obtenidos serían perfectamente comprensibles.
Es comprensible entonces que cuando supuestamente se dan tales visitas «divinas» sólo el «iluminado», el «místico» privilegiado las ve -o en todo caso también sus seguidores (sugestión colectiva)- y no así los reporteros con sus cámaras fotográficas y de video. Desde tiempos remotos se habla de tales visitas, apariciones y manifestaciones que en realidad eran simplemente la visión de fenómenos meteorológicos -tormentas, rayos, arco iris, etc.-, geológicos -terremotos, maremotos, etc.-, astronómicos -cometas, supernovas, etc.-, e inclusive biológicos -epidemias y pestes sin causa ni cura conocidas-.
Por otra parte sabemos ahora que si bien es cierto la realidad existe objetivamente y no sólo por nuestros deseos y creencias, éstas influyen en gran manera a la hora de interpretar los datos que nos llegan a través de los sentidos. Por ejemplo una persona muy religiosa puede ver en la corteza de un árbol, en la conformación de las nubes, en manchas o ciertas sombras en puertas o pisos, etc. el rostro de un ser humano o mejor dicho divino interpretando tal visión como de origen sobrenatural. En cambio una persona con otra mentalidad vería en tales objetos a otros personajes, objetos y hasta animales.
Así también las personas criadas en comunidades en donde se cree en duendes y espectros serían capaces de verlos en, por ejemplo, costalillos de papas o sábanas en las noches o simplemente en las fotos con distorsiones o reflejos lumínicos.
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