El futuro: ¿obra de la fortuna, el destino o la Providencia?


Nuestros periódicos sensacionalistas como en todo el mundo también divulgan lo paranormal -con sus grandes fotos o dibujos de ovnis, estigmatizados, etc., en sus portadas y publican horóscopos- y algunos astrólogos y psíquicos, brindan sus servicios por líneas exclusivas telefónicas. En los avisos de cualquier diario, revista, programa radial o televisivo se pueden propagar anuncios prometedores de curación y buenaventura para los males y penurias de la gente. Uno de ellos podría rezar así: «Maestro Lostro, parapsicólogo[sic], de regreso al país, luego de una gira triunfal por EE.UU. y Europa, te ayudará en tu trabajo, a alejar la maldad y la envidia de tu familia y hogar» o «Madame Zoraida te ayudará a recuperar a tu pareja perdida o a comunicarte con el ser querido ya ido... te curará cualquier mal del cuerpo o del alma» (a veces, incluyendo el cáncer y el sida). Otro podría decir lo siguiente: «La cruz, el manto, el pañuelo consagrado en Tierra Santa mejorará tu salud y solucionará tus problemas». Además podemos encontrar en casi cualquier periódico o magazín radial o de TV una sección zodiacal -cuyo autor se autodenomina astrólogo (que sabe tanto de la materia como cualquiera) o cosmobiólogo (como lo enseña la Gran Fraternidad Universal), psíquico, parapsicólogo, cartomántico, etc.- con el pronóstico del día -o del futuro en general- en cuestiones de salud, dinero y romance. Claro está, nuestros medios también invitan o entrevistan rara vez a científicos que cuestionen a los supuestos psíquicos, curanderos, astrólogos, curadores milagrosos y exorcizadores de endemoniados. De muchos de los estos últimos fácilmente podemos deducir que se trata (en el peor de los casos) de embaucadores que se aprovechan de la buena fe del público que en su desesperación pueden acudir a ellos en la búsqueda urgente de la solución de sus problemas de índole material, económica, psicológica o sentimental e incluso política. Simplemente se trata de charlatanes que buscan ganarse la vida haciendo uso de juego de palabras y naipes (Claro deberá haber algunos ingenuos que creerán sinceramente en «sus poderes»). En general, los astrólogos, los cartománticos, los quirománticos así como los lectores del I-Ching, de piedras, huevos, entrañas de animales u hojas de plantas pueden hacer un excelente papel o no como consejeros puesto que muchos de sus clientes los buscan debido a sus problemas ya sean económicos o sentimentales (muchos de ellos curanderos o charlatanes y en estos casos pueden causar daño, enfermedad, envenenamiento y muerte). Si los lectores de la buenaventura les dicen a sus clientes: «Hoy la posición de los planetas te favorecen, -o las fuerzas cósmicas del Universo o Dios mismo- te va ir mejor que ayer si te esfuerzas», «hoy vas a conocer a alguien que te va a ayudar» o «tienes que dedicar más tiempo a tu pareja o la perderás» simplemente están reforzando positivamente sus actitudes. Aunque, por supuesto, por mucha que sea nuestra predisposición -o desesperación- no siempre las cosas saldrán como deseamos: ninguno podrá predecir lo mismo a una misma persona para un mismo día o una misma situación. Tómese el infantil juego de tirar las cartas -Ud. puede repetir la experiencia-: nunca les saldrá los mismos naipes así se arrojen simultáneamente de dos o más barajas.

Comentarios